¿Te has hecho una analítica y te ha salido el colesterol alto? No te preocupes, en tu cocina podrías tener una solución sencilla y a mano para bajarlo: el aceite de oliva. Entre los muchos beneficios que este producto tiene para la salud se encuentra que es un instrumento ideal y natural para la lucha contra el colesterol. Hoy hablamos de cómo trabaja el aceite de oliva contra el colesterol.

El aceite de oliva contra el colesterol, ¿cómo funciona?

No hay que olvidar que ciertas grasas, las insaturadas o monoinsaturadas son indispensables para nuestro organismo, cuanto mayor sea su consumo (siempre de manera moderada, es mejor no superar los 30 gramos al día de aceite de oliva, lo que equivale a tres o cuatro cucharadas), más beneficioso será para nuestra salud.

Al ser rico en grasas monoinsaturadas, el aceite de oliva es más beneficioso que otros aceites vegetales y cocinar los alimentos, o aliñarlos, con aceite de oliva ayudaría a prevenir la arteriosclerosis (que hace que las paredes de las arterias se vuelvan gruesas y dificulten el paso de la sangre y el oxígeno, lo que puede provocar ataques al corazón, accidentes cardiovasculares y otros problemas) y el colesterol.

El colesterol tiene muy mala fama, pero en realidad puede ser bueno o malo. El bueno se llama HDL y es una lipoproteína de alta densidad que retira el colesterol malo de las arterias y lo devuelve al hígado para su eliminación. El colesterol malo o LDL es una lipoproteína de baja densidad que se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos y puede causar muchos problemas de salud, como los que hemos mencionado.

El aceite de oliva es rico en colesterol HDL, el bueno, por lo que aporta grandes beneficios para la salud. Además, contiene vitamina E, lecticina y estades que también ayudarían contra el colesterol. Su consumo habitual sería capaz de originar un descenso del colesterol malo, sin que descienda el bueno, que es el que nos protege de padecer arteriosclerosis.

La opción de usar aceite de oliva contra el colesterol

A diferencia de otros aceites, el aceite de oliva (y si es virgen extra más todavía) es el único que consigue esos beneficios para la salud. Los aceites vegetales de origen tropical, como los de coco o palma que tanto se utilizan en la elaboración de alimentos industriales, tienen una abundancia de grasas saturadas que elevan el colesterol malo. Por su parte, el aceite de girasol o de maíz llevan grasas poliinsaturadas que serían capaces de hacer descender el colesterol LDL, el malo, pero también descienderían el bueno, con lo que no se consigue el efecto deseado en nuestra salud.

Por eso lo mejor es consumir aceite de oliva: ayudaría en tu lucha contra el colesterol, su alto contenido en ácido oleico ofrece muchos beneficios para tu corazón y tu hígado, tiene muchas sustancias antioxidantes y vitaminas muy buenas para la salud y además, es el mejor para realizar frituras porque tolera altas temperaturas sin descomponerse y sin perder sus propiedades.

Así que ya lo sabes, aliña tus ensaladas o cocina tus recetas con aceite de oliva. Además de los beneficios para la salud que te va a aportar, podrías usar el aceite de oliva contra el colesterol y también conseguirás dar a tus platos un sabor muy especial.