Historia de la compañía

Más de 40 años en la cultura del olivo.

Finca La Pontezuela.

La historia de Finca La Pontezuela se remonta a junio de 1974, año en el que una familia procedente de Mora decide adquirir estos terrenos ubicados en el municipio de Los Navalmorales, en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha)una localidad que desde antiguo se ha dedicado al cultivo del olivar.

A raíz de la adquisición de estas tierras, deciden emprender una aventura apasionante: el fascinante mundo que rodea el cultivo de olivos centenarios, el cuidado de la tierra y de su paisaje, hasta conseguir obtener un Aceite de Oliva Virgen Extra de gran calidad. Un producto único, tan propio de nuestra cultura y de nuestras raíces.

Lo primero que reconocen en La Pontezuela es su ubicación privilegiada. Les enamora el entorno, sus colores, orografía y unas vistas inmejorables de los Montes de Toledo. Además, se complementa al estar situada junto al Parque Nacional de Cabañeros y, a su vez, cerca de la Sierra de Gredos.

Las posibilidades de transformación y mejora del entorno animan a esta familia toledana a acometer una serie de mejoras en relación a aspectos agrícolas y paisajísticos. Así, en la actualidad, parece que estemos sumidos en plena campiña Toscana, rodeados de olivos centenarios y de su magnífico AOVE 5 Elementos, con unos atardeceres que hipnotizan a todo el que decide visitarnos.

La historia de Finca La Pontezuela se remonta a junio de 1974, año en el que una familia procedente de Mora decide adquirir estos terrenos ubicados en el municipio de Los Navalmorales, en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha)una localidad que desde antiguo se ha dedicado al cultivo del olivar.

A raíz de la adquisición de estas tierras, deciden emprender una aventura apasionante: el fascinante mundo que rodea el cultivo de olivos centenarios, el cuidado de la tierra y de su paisaje, hasta conseguir obtener un Aceite de Oliva Virgen Extra de gran calidad. Un producto único, tan propio de nuestra cultura y de nuestras raíces.

Lo primero que reconocen en La Pontezuela es su ubicación privilegiada. Les enamora el entorno, sus colores, orografía y unas vistas inmejorables de los Montes de Toledo. Además, se complementa al estar situada junto al Parque Nacional de Cabañeros y, a su vez, cerca de la Sierra de Gredos.

Las posibilidades de transformación y mejora del entorno animan a esta familia toledana a acometer una serie de mejoras en relación a aspectos agrícolas y paisajísticos. Así, en la actualidad, parece que estemos sumidos en plena campiña Toscana, rodeados de olivos centenarios y de su magnífico AOVE 5 Elementos, con unos atardeceres que hipnotizan a todo el que decide visitarnos.

Un homenaje a la tierra, la tradición familiar, la cultura histórica y la perseverancia en el campo.

Finca La Pontezuela recoge una herencia familiar transmitida a los descendientes de los propietarios originales del terreno. Enamorados de este proyecto, desean dar luz y continuidad al trabajo que ya iniciaron sus antecesores hace más de cuarenta y cinco años. Se trata de un homenaje a sus fundadores y, por ello, debido a su voluntad de continuar con la tradición familiar donde el corazón está latente, unido al recuerdo de quiénes apostaron por ella, el proyecto ha seguido mejorando y creciendo con el paso del tiempo.

El deseo de sus herederos por recoger toda una labor de años cuidando del campo y de trabajo incansable desde la finca es, sin duda, la mejor manera de culminar el proceso que inició en su día el matrimonio de Mora. Poniendo toda la ilusión y esfuerzo para que el proyecto de la producción de Aceite de Oliva Virgen Extra 5 Elementos cruzase fronteras. Espíritu que permanece presente a día de hoy en todo el equipo que compone Finca La Pontezuela.

El trabajo empieza en la tierra para conseguir un producto de la máxima calidad, pero no termina ahí. Desde Finca la Pontezuela, se quiere realizar una labor pedagógica porque es necesario comprender los beneficios que podría aportar a nuestra salud el consumo de este oro líquido del que debemos estar orgullosos, y ser conocedores de su enorme valor nutricional.

Un recorrido por la historia. Una marca que conecta con nuestro pasado, presente y futuro.

La Pontezuela no se trata de un nombre aislado. Su significado, “pequeño puente”, nos remonta a la historia originaria de Toledo, pues era el paso natural que debían atravesar los viajantes que procedían de Extremadura. Este recorrido antiguamente también fue denominado como el “camino de platerías”, por tratarse de la misma ruta que realizaban los plateros para llegar a la ciudad de las tres culturas.

En la actualidad, y en memoria a aquellos años, existe una calle de Toledo que se llama “Camino de Las Pontezuelas”.

Si atendemos al significado de nuestra marca premium de AOVE 5 Elementos, representa los cuatro elementos de la madre naturaleza (agua, tierra, fuego y aire) a los que decidimos incorporar, como no podía ser de otro modo, un quinto elemento: la madera de nuestros olivos. Conformando así el eje central de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra: los 5 Elementos de la naturaleza, herederos del pensamiento occidental.

Herencia cultural y tradiciones.

El cultivo del olivo va mucho más allá del cuidado de la tierra y de todo lo que representa. Simboliza, para nosotros, la herencia cultural que tenemos en España en torno a este árbol, desde su introducción por los fenicios y cómo, a través de los años, las distintas culturas lo han ido compartiendo. En cierta medida, refleja nuestra manera de ser un poco fenicia, árabe, judía y cristiana, que hemos ido adaptando a nuestra cultura y forma de vivir siempre alrededor de este árbol, el olivo.

Todo lo que rodea el consumo de aceite de oliva, la posibilidad de incorporarlo a nuestra vida, no es más que el reflejo de la continuidad de nuestras tradiciones y de una forma de vida saludable.

Apreciar y distinguir un buen AOVE, conocer las muchas ventajas que aporta a nuestra dieta mediterránea y, por tanto, dejar que siga formando parte esencial de nuestra gastronomía, implica que somos conocedores de los beneficios que puede proporcionar ya no solo a nuestra salud, sino al potenciar el sabor de nuestros alimentos.

El cultivo del olivo va mucho más allá del cuidado de la tierra y de todo lo que representa. Simboliza, para nosotros, la herencia cultural que tenemos en España en torno a este árbol, desde su introducción por los fenicios y cómo, a través de los años, las distintas culturas lo han ido compartiendo. En cierta medida, refleja nuestra manera de ser un poco fenicia, árabe, judía y cristiana, que hemos ido adaptando a nuestra cultura y forma de vivir siempre alrededor de este árbol, el olivo.

Todo lo que rodea el consumo de aceite de oliva, la posibilidad de incorporarlo a nuestra vida, no es más que el reflejo de la continuidad de nuestras tradiciones y de una forma de vida saludable.

Apreciar y distinguir un buen AOVE, conocer las muchas ventajas que aporta a nuestra dieta mediterránea y, por tanto, dejar que siga formando parte esencial de nuestra gastronomía, implica que somos conocedores de los beneficios que puede proporcionar ya no solo a nuestra salud, sino al potenciar el sabor de nuestros alimentos.