Para asegurar que tu aceite de oliva está perfecto, son importantes algunos factores como la materia prima, el proceso de elaboración y la calidad diferenciada que ya depende en mayor medida del factor humano, y del ambiente donde lo tratemos.

El aceite de oliva virgen extra es el que se obtiene de las mejores aceitunas recolectadas de forma manual y extraído únicamente por procedimientos mecánicos en su punto óptimo de maduración. Es, por tanto, el primer zumo extraído de la aceituna. El proceso se realiza en frío y no está sometido a tratamiento químico alguno. Su acidez no puede superar nunca los 0,8º. Es muy importante graduar el tiempo que transcurre entre el momento de ser arrancada la aceituna del árbol y el de ser triturada, ya que no debe exceder de las 48 horas, a fin de evitar posibles parásitos, golpes, etc. Generalmente se hace en el mismo día porque el AOVE es sencillamente el zumo de aceitunas prensadas. En Finca La Pontezuela, este tiempo es de unas 4 horas.

Olivo

Al elegir un aceite de oliva virgen extra debe tenerse en cuenta si se trata de cosecha temprana o tardía. Si la aceituna se recoge al principio de su maduración (mes de diciembre) el aceite será más afrutado, aromático y sabroso; mientras que si se recolecta hacia el mes de febrero, sabrá menos a aceituna, pero será más dulce. Al tratarse de un producto vivo, debe consumirse relativamente pronto.

Por sus indudables beneficios para la salud y por sus peculiaridades gastronómicas, es sin duda, el rey de la cocina.

La conservación de la salud y la nostalgia por los viejos sabores, han propiciado la vuelta a la gastronomía mediterránea, llevando como pareja insustituible al aceite de oliva virgen extra.

La dieta mediterránea es ante todo la aplicación de una serie de conceptos y materias prima cultivadas y producidas en los países bañados por el Mar Mediterráneo: el trigo, el olivo, la vid, las verduras y el pescado.

Este esquema de alimentación se caracteriza por su bajo nivel de consumo en grasas saturadas, negativas para la salud, y un alto nivel en grasas monoinsaturadas, con el aceite de oliva como principal componente que también aporta ácidos grasos poliinsaturados, como el omega-6 y el omega-3.

Otro apartado importante es el menor consumo de proteínas de origen animal y un alto consumo de frutas, hortalizas, verduras y legumbres. También es muy destacable el consumo de pescado y marisco procedente del mar que baña todas sus tierras.

Y en todo este contexto de alimentación, es el Aceite de Oliva Virgen Extra la columna central de todo el esquema y se convierte en uno de los elementos fundamentales de nuestra gastronomía.

Olivares, Dios os dé
los eneros
de aguaceros,
los agostos de agua al pie,
los vientos primaverales,
vuestras flores racimadas;
y las lluvias otoñales
vuestras olivas moradas.

Olivar, por cien caminos,
tus olivitas irán
caminando a cien molinos.

Antonio Machado