Ahora que se acerca el verano nos apetece comer alimentos frescos como frutas y ensaladas. Nos ayudan a aliviar el calor y además nos permiten llevar una dieta sana. Y si servimos esas ensaladas aliñadas con aceite de oliva, saben mejor y también nos ofrecen grandes beneficios para nuestra salud. Entre ellos, nos protegería contra la hipertensión.

Ensaladas aliñadas con aceite de oliva contra la hipertensión arterial

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que puede derivar en enfermedades cardiovasculares y también derrames cerebrales. Por ello, es muy conveniente tenerla controlada. Principalmente, a través de una alimentación sana y rica en frutas, vegetales y productos lácteos libres de grasas, baja en productos ricos en azúcares refinados y carnes rojas, consumir aceite de oliva como principal fuente de grasa y practicar algún tipo de ejercicio.

Como vemos, el aceite de oliva vuelve a ser clave por los beneficios que aporta a la salud. Además, unido a la lechuga que ponemos en la ensalada, es fundamental para ayudar a protegernos contra la hipertensión. Al menos, eso se desprende de una investigación del King’s College de Londres. En ella se afirma que una dieta rica en grasas insaturadas (el aceite de oliva) y verduras con un buen aporte de nitritos (la lechuga, pero también las espinacas, el apio, los rábanos, la remolacha o las zanahorias) ayuda en la lucha contra la hipertensión.

Ensaladas aliñadas con aceite de oliva, una base de la dieta mediterránea.

La dieta mediterránea sigue siendo la base para obtener beneficios para la salud a través de la alimentación. El estudio señala que el efecto protector de esta dieta, que combina grasas insaturadas y verduras abundantes en nitritos y nitratos, procede en parte de los ácidos grasos nitrados generados, que inhiben la acción de la enzima que regula la presión y lograrían reducir la tensión arterial.

El consumo de aceite de oliva se ha demostrado como una alternativa positiva al consumo de otro tipo de grasas. Puesto que al ser un ácido graso monoinsaturado, disminuye los niveles de colesterol total y, por tanto, reduce el riesgo cardiovascular.

Así, este estudio del King’s College de Londres viene a confirmar las teorías de investigaciones anteriores. Estas afirmaban que una dieta mediterránea, en la que la presencia del aceite de oliva es fundamental, podría reducir la incidencia de los problemas cardiovasculares, como un derrame cerebral, una insuficiencia cardiaca o un ataque al corazón.

Además, una ensalada aporta un alto contenido de vitaminas y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Y si le unimos el aceite de oliva, también aumenta el tracto gastrointestinal y mejora la digestión. Lo que podría hacer que disminuya la incidencia de cáncer de intestino grueso.

Además, las propiedades antioxidantes del aceite de oliva previenen el envejecimiento y tendrían beneficios dermatológicos para la piel. A ello se une que diversos estudios habrían demostrado su acción contra la aparición de la diabetes.

Por eso es importante que este verano, cuando prepares una ensalada, te acuerdes de añadir una cucharada de aceite de oliva. Las ensaladas aliñadas con aceite de oliva no sólo son una comida fresca y sabrosa. También estarás protegiendo tu salud contra la hipertensión, el colesterol y otras enfermedades.