Poco a poco vamos sabiendo más sobre los beneficios del aceite de oliva sobre la salud. Esta vez hablamos de aceite de oliva para la ayuda a la prevención de tumores.

¿Cómo ayudaría el aceite de oliva para la prevención de tumores?

El ácido maslínico es un compuesto natural presente en el aceite de oliva virgen extra (AOVE), cuyas extraordinarias propiedades ya han sido demostradas con anterioridad. Un estudio realizado por la Universidad de Granada demuestra, por ejemplo, su eficacia para retrasar en un 80% la propagación del sida en el organismo. A sus magníficos beneficios, se suman ahora los resultados de una nueva investigación de la Universidad de Jaén en la que se comprueba que este compuesto prevendría la inflamación crónica, implicada en el origen y la evolución del cáncer.

Según la investigación, el ácido maslínico modula la respuesta inflamatoria mediante la estimulación de los macrófagos. Para comprender el proceso, debemos saber que los macrófagos son células del sistema inmunitario que se localizan en los tejidos. Su función es, como su nombre lo indica, fagocitar los cuerpos extraños que ingresan al organismo, como las bacterias. También poseen un importante rol en la curación de heridas y la coagulación. Estas células se dividen en dos tipos: los macrófagos M1, que son capaces de matar patógenos; y los macrófagos M2, que promueven los procesos inflamatorios crónicos. Recordemos que una inflamación es, simultáneamente, un signo de defensa del organismo y la manifestación de una enfermedad. Una inflamación se considera crónica cuando se prolonga por semanas o meses, pudiendo producir daños tisulares que alienten el crecimiento de células tumorales.

La acción del aceite de oliva para la prevención de tumores

A partir de estos datos, los científicos jiennenses focalizaron su estudio en los cuatro triterpenos que se encuentran en el aceite de oliva: el ácido oleanólico, el ácido maslínico, el uvaol y el eritrodiol. El objetivo de los investigadores era descubrir si estos importantes triterpenos, conocidos por sus actividades cardioprotectoras, antitumorales y antiinflamatorias, tendrían la capacidad de mejorar la respuesta de los macrófagos M1 e inhibir la acción de los M2. Para ello, según explica José Juan Gaforio, responsable del proyecto, se incubaron células en una sustancia que permite que se transformen en algo muy parecido a los macrófagos humanos y sobre ellas añadieron ácido maslínico para comprobar su acción.

El resultado arrojó un dato muy positivo: el ácido maslínico posee dos acciones principales sobre los macrófagos M1: primero, el «efecto de llamada», que convoca a los macrógafos M1; y segundo, estimula la respuesta de los M1 ante la inflamación. Al mismo tiempo, impide la acción de los macrófagos M2. En suma, este ácido dinamiza los macrófagos de tal forma que es posible controlar la inflamación crónica y así evitar la formación de tumores.

Estas auspiciosas conclusiones abren la posibilidad de un tratamiento que incluiría aceite de oliva para la ayuda a la prevención de tumores y afirmarían al AOVE como un agente quimioterapéutico y quimiopreventivo por excelencia. De igual modo, nos recuerdan la importancia vital de incluirlo en nuestra dieta diaria. No en vano el famoso médico griego, Hipócrates, denominó al aceite de oliva «el gran terapeuta».