Al hablar de aceite de oliva virgen extra (AOVE) hablamos de la más valorada de las grasas vegetales, tanto por su calidad como por sus beneficios para la salud. Para su elaboración se seleccionan las olivas de la calidad más óptima recién cogidas, sometiéndolas posteriormente a procedimientos mecánicos o físicos para obtener su «oro líquido». Por ello, el AOVE es considerado como la joya de la tan sana como famosa dieta mediterránea.

Pero sus propiedades, su alto contenido en vitaminas (sobre todo la vitamina E) y sustancias antioxidantes, además de otros compuestos naturales como los carotenos y los polifenoles, van incluso más allá de su importancia para nuestra salud. Este noble líquido es también altamente valorado en la parcela estética: en el cuidado de la piel y del cabello.

Ten cuenta que, desde la Antigüedad, el aceite de oliva se ha usado frecuentemente como acondicionador y como una manera fácil y sencilla de hidratar el cabello. Un simple masaje en el cuero cabelludo y cabello con este preciado elemento de la naturaleza aporta nutrición y tonificación, logrando de esta forma una mayor manejabilidad y salud capilar.

No se trata de una mera creencia popular avalada por el boca a boca y sin demostración palpable alguna. Porque, de hecho, existen estudios al respecto, como el publicado en el Journal of Cosmetic Science hace unas semanas. Este artículo, desarrollado por cuatro investigadores, viene a intentar llenar el hueco que existe en los estudios sobre la eficacia del aceite de oliva como alternativa natural a los acondicionadores del cabello.

Pero a todos los beneficios apuntados hemos de sumar algunos más, como la calma del picor del cuero cabelludo, la prevención de la caspa o incluso el retraso o también prevención de la pérdida de cabello, por cuanto el aceite de oliva bloquea la hormona DHT, causante de la temida contracción del folículo piloso. Sin embargo, hemos de especificar y recordar -teniendo en cuenta lo dicho sobre él- que para beneficiarnos de la mejor manera posible de todas estas propiedades, hemos de utilizar AOVE. Y es que la vitamina E, por ejemplo, es un importante antioxidante para el crecimiento del cabello.

Finamente, veamos qué sencillo es el procedimiento para su aplicación. Será suficiente con verter una cucharada en la palma de nuestra mano y masajear con suavidad por todo el cuero cabelludo y cabello mediante un movimiento circular de los dedos. Se podrá aplicar tanto con el pelo seco como con él mojado, aunque cada persona habrá de descubrir de qué manera resulta mejor el acabado. Seguidamente dejaremos reposar entre 5 y 20 minutos. Pero si tenemos tiempo podemos alargar la exposición de 30 a 60 minutos con el cabello envuelto en una toalla húmeda o con un gorro de ducha, para que así penetre en el cuero cabelludo. Por último, enjuagaremos y usaremos nuestro champú habitual como siempre.