Conservar quesos en Aceite de Oliva Virgen Extra es una forma sencilla y deliciosa de disfrutar de este alimento durante más tiempo. Además de prolongar su vida útil, esta técnica realza los sabores y texturas de los quesos, convirtiéndolos en auténticos manjares.
La conservación de quesos en Aceite de Oliva Virgen Extra es una técnica ancestral que ha resistido el paso del tiempo gracias a sus excelentes resultados. Esta práctica no solo prolonga la vida útil de los quesos, sino que además realza sus sabores y texturas, convirtiéndolos en auténticos manjares.
Esta técnica de conservación es una práctica milenaria que ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a los cambios culturales y tecnológicos. A pesar de los desafíos de la modernidad, esta técnica sigue siendo muy apreciada por su capacidad para preservar los sabores y las tradiciones culinarias.
En este artículo, exploraremos los beneficios de conservar quesos en AOVE, los tipos de quesos más adecuados y los pasos a seguir para obtener unos resultados óptimos.
Conservación de alimentos en aceite a lo largo de la historia
A lo largo del tiempo, esta técnica ha evolucionado y se ha transmitido de generación en generación, adaptándose a las diferentes culturas y recursos disponibles.
Los egipcios fueron pioneros en la conservación de alimentos, las tumbas faraónicas han revelado jarras de aceite con restos de alimentos, lo que demuestra la antigüedad de esta práctica. En las civilizaciones de Grecia y Roma, el aceite de oliva era un elemento fundamental en la dieta y se utilizaba para conservar aceitunas, carnes y pescados. Los romanos, además, desarrollaron técnicas de salazón y adobo en aceite para prolongar la vida útil de los alimentos.
Durante la Edad Media, la conservación en aceite se extendió por toda Europa. Monasterios y conventos jugaron un papel crucial en la preservación de estas técnicas, transmitiéndolas a lo largo de los siglos. El aceite de oliva se utilizaba para conservar alimentos, lo que permitía disponer de recursos durante todo el año.
Hoy en día, la conservación en aceite sigue siendo una práctica muy apreciada en muchas culturas, especialmente en la región mediterránea. Los quesos, las anchoas, los espárragos y las aceitunas son algunos de los alimentos más comúnmente conservados en aceite.
Beneficios de la conservación de quesos en AOVE
Como máximo exponente de los aceites, el Aceite de Oliva Virgen Extra es el recomendado para obtener los mejores resultados en la conservación de quesos, ya que este crea una barrera protectora alrededor del queso, evitando la oxidación y la proliferación de bacterias, lo que permite disfrutar de su sabor durante más tiempo.
En particular, AOVEs de calidad excepcional como nuestros 5 Elementos aportan aromas y sabores que enriquecen este alimento, manteniéndolo con una textura única y tierna. El Aceite de Oliva Virgen Extra, rico en antioxidantes, ayuda a preservar las propiedades nutricionales del queso y aporta beneficios adicionales para la salud.
Tanto el queso como el Aceite de Oliva Virgen Extra son fuentes de grasas saludables, como las grasas monoinsaturadas, que contribuyen a reducir el colesterol malo y mejorar la salud cardiovascular. A su vez, el AOVE facilita la absorción de vitaminas liposolubles presentes en el queso, como las vitaminas A, D, E y K.
Durante el período de conservación, los compuestos aromáticos del Aceite de Oliva Virgen Extra se integran en el queso, enriqueciendo su sabor y creando combinaciones únicas y deliciosas, manteniendo el nivel de humedad del queso y evitando que se seque, preservando así su textura cremosa y suave.
Las mejores variedades de quesos y AOVE para conservar
Si bien las posibilidades y variedades de quesos para conservar en Aceite de Oliva Virgen Extra son casi innumerables, las siguientes son algunas de nuestras recomendaciones:
- Quesos curados: Quesos como el manchego, el idiazábal o el pecorino romano son excelentes opciones para conservar en AOVE, ya que su textura firme resiste bien la inmersión. Para una conservación ideal, estos quesos se equilibran con la suavidad y frutado de nuestro 5 Elementos Arbequina o la intensidad y complejidad del 5 Elementos Cornicabra.
- Quesos semicurados: Quesos como el brie o el camembert también pueden conservarse en aceite, aunque su textura se volverá más suave y untuosa con el tiempo. El ligero y agradable amargor del AOVE 5 Elementos Picual es perfecto para contrastar con la cremosidad de estos quesos.
- Quesos frescos: Quesos como la mozzarella o el queso feta pueden conservarse en Aceite de Oliva Virgen Extra con hierbas aromáticas, obteniendo un resultado fresco y delicioso. Conservarlos en nuestro 5 Elementos Hojiblanca conjuga los aromas herbáceos del AOVE con la salinidad de estos quesos.
La elección del queso y del AOVE dependerá de tus gustos personales y de la ocasión. Anímate a experimentar y crear tus propias combinaciones con otros quesos ideales para la conserva en Aceite de Oliva Virgen Extra como el queso de cabra fresco, chèvre, majorero canario, roquefort o el gorgonzola, cheddar o gruyère, entre muchos otros.
Pasos para conservar quesos en Aceite de Oliva Virgen Extra
La conservación de quesos en AOVE es un proceso realmente sencillo y rápido.
- Selección del queso: Elige quesos de buena calidad, preferiblemente artesanales y con una corteza natural.
- Esterilización de los recipientes: Los recipientes de vidrio son ideales para conservar quesos en AOVE. Antes de realizar el envasado debes esterilizar el recipiente de vidrio, lo cual podemos realizar en olla (introduciéndolo en agua hirviendo durante al menos 15 minutos), en horno (precalentando a 130ºC y colocando el recipiente en su interior durante al menos 20 minutos) o en microondas (rellenando el recipiente con 2 a 3 centímetros de agua durante al menos 5 minutos a 900 o 1000 vatios, o el tiempo/potencia suficiente para que el agua alcance el punto de ebullición).
- Corte del queso: Una vez frío, introduce el queso en el recipiente, cortándolo en trozos del tamaño y formas que desees, añade tu creatividad. Como sucede con cualquier otra conserva, para un toque más sofisticado, puedes añadir hierbas aromáticas como el romero, tomillo, orégano, hierbas provenzales o pimienta negra, así como frutos secos, como las almendras o las nueces. Tradicionalmente, incluir un par de dientes de ajo pelados y una hoja de laurel realzan mucho el resultado de la conserva.
- Cubrir con aceite: Vierte el AOVE 5 Elementos sobre el queso hasta cubrirlo completamente.
- Conservación: Cierra herméticamente el recipiente y guárdalo en un lugar fresco y oscuro. Para el proceso de cerrado hermético, colocaremos el bote en una olla, cubriéndolo con agua y pondremos a hervir durante nunca menos de 15 minutos. Coloca un paño entre el fondo de la olla y el recipiente de vidrio para evitar que este estalle. Por último, retira con mucho cuidado el recipiente de la olla y déjalo enfriar boca abajo, lo que ayudará a finalizar al proceso de sellado.
Consejos para disfrutar del queso conservado en Aceite de Oliva Virgen Extra
Sabemos que resistirse a la tentación de probar el queso conservado en AOVE puede ser difícil. Ten presente que el tiempo ideal para consumir un queso conservado en AOVE, como regla general, es de al menos dos semanas. Durante este tiempo, el queso tendrá la oportunidad de absorber los sabores y aromas del aceite, alcanzando su punto óptimo de sabor.
Mientras esperas, puedes ir seleccionando el mejor pan para disfrutar de este manjar. Si eres impaciente, al momento de la elaboración realiza los cortes del queso más pequeños, ya que se impregnan más rápidamente y estarán listos para consumir antes.
En cuanto a los tiempos de conservación, los quesos más curados, como por ejemplo el manchego o el pecorino, suelen aguantar más tiempo en conserva que los quesos frescos o semicurados. Si se almacena en un lugar fresco y oscuro, el queso se conservará durante más tiempo.
Si se almacena en un recipiente hermético en el frigorífico, un queso conservado en AOVE puede durar hasta 2-3 meses (presta atención al aspecto, el olor y el sabor del queso, si notas algún cambio extraño, como moho o un olor desagradable, deséchalo).
Aunque el queso conservado en AOVE es delicioso, consúmelo con moderación como parte de una dieta equilibrada. ¡A disfrutar y buen provecho!