Otros usos curiosos del olivo

Los beneficios del aceite de oliva como base de la dieta mediterránea son ampliamente conocidos. Pero existen otros usos curiosos, no solo del aceite, sino también de todo el árbol, que hacen de este fruto uno de los más preciados del mundo. Hoy hablamos de los usos curiosos del olivo.

Usos curiosos del olivo, algo más que aceitunas.

Empezando por la madera de olivo, que es una de las especies más duras y compactas que existen y es muy requerida en ebanistería.

El olivo ha sido siempre un árbol con connotaciones médicas y muchas de sus partes se han utilizado con fines farmacológicos. Como, por ejemplo, las hojas, la corteza y el aceite.

Uno de los usos de las hojas de olivo son las tisanas, ya que son ricas en aceites esenciales y se utilizan para prevenir y combatir la hipertensión arterial. Además, estas infusiones son buenas para estimular la orina y combatir la fiebre.

En la antigüedad, cuando uno estaba enfermo, era normal tomar una tisana caliente de hojas de olivo en ayunas antes de irse a dormir, para favorecer la eliminación de impurezas del organismo. Incluso se habría demostrado positivo el uso de hojas de olivo en tratamientos de la diabetes, problemas de hígado y cálculos biliares.

De la corteza de los árboles también se pueden obtener usos curiosos. Por ejemplo, una decoción de corteza de olivo sería estupenda para lavar la zona afectada por las hemorroides, produciendo una gran mejora. También una infusión de corteza de olivo ayudaría a bajar la fiebre.

En resumen, el uso de hojas de olivo y de la corteza de este árbol tiene propiedades vasodilatadoras, hipotensoras, diuréticas, antiglucémicas, febrífugas, laxantes, antisépticas, hipocolesterolemiantes, espasmolíticas, antiarrítmicas y astringentes.

Usos curiosos del olivo, lo que tiene que ver con el aceite.

Pero de los usos del olivo existentes, los más abundantes son los que tienen que ver con el aceite. Uno de los más extendidos ha sido el ungüento. Desde la antigüedad, se ha mezclado el aceite con otras grasas, esencias o minerales para preparar pomadas contra las quemaduras o para mejorar los dolores reumáticos y las lesiones internas de las articulaciones. Mezclado con vino tinto, el aceite de oliva es bueno para cicatrizar las llagas (y si se toma en ayunas esta mezcla puede ser un buen laxante). El aceite mezclado con flores se usa para combatir las inflamaciones de la piel y otras afecciones cutáneas.

Además, se está estudiando cómo la ingesta de aceite de oliva virgen extra serviría para paliar y ayudaría a proteger al organismo de determinados tipos de cáncer, y hay motivos para tener esperanza en el uso de este aceite para prevenir enfermedades como el Alzheimer.

Pero no solo tiene usos médicos, en tiempos antiguos los tenía más prácticos: el aceite se utilizaba como combustible para iluminar y como engrasante de bisagras, o para tratar las pieles. Y también hay usos más enfocados a la cosmética. Por ejemplo, la base de muchos perfumes es el aceite de oliva más puro, y el jabón se hace con el aceite de calidad inferior y es muy bueno para el acné y para lavar la ropa.

Y, por último, no nos olvidemos del fruto del olivo, las aceitunas. Existe la creencia popular de que comer aceitunas estimula el apetito y beneficia al aparato digestivo, porque sus componentes ayudan a disolver las adherencias que pueda haber en las paredes de los intestinos, facilitando la evacuación de los residuos digestivos.

Como podemos comprobar, hay mil y un usos curiosos del olivo, de ahí que no sea extraño que este árbol milenario esté en la base de nuestra cultura y de muchas de nuestras tradiciones.