El pescado es una parte importantísima de la Dieta Mediterránea ya que nos aporta una larga lista de nutrientes de grandísima calidad, como pueden ser los ácidos grasos Omega 3, la Vitamina D, el selenio, u otras proteínas con grandes propiedades, además de tener un nivel bajo de grasas saturadas. También los beneficios del AOVE son enormes. Hoy veremos que ocurre cuando unes AOVE y pescado.

AOVE y pescado, ¿cómo reducir el mercurio?

No obstante una dieta rica en pescado tiende a ser una dieta rica en mercurio, un metal pesado nada beneficioso para nuestro organismo. La razón es sencilla. Este elemento proviene del plancton marino, plancton que es comido por los peces que después llegarán a nuestra mesa. Cosa que se amplificará en el momento en que comamos peces depredadores, ya que en estos se sumará el mercurio procedente de todos los pequeños pescados que vaya comiendo a lo largo de su vida.

El peligro del mercurio viene después de un exceso durante años de una dieta rica en este metal, teniendo una especial importancia durante el embarazo o la infancia. Dicho exceso podría provocar problemas en el aparato nervioso, digestivo, la piel, los pulmones, el sistema inmunitario, los riñones o los ojos.

AOVE y pescado, combinación perfecta

Para prevenir los grandes niveles de mercurio en nuestra sangre, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EUA (FDA) ha publicado una guía para niños y personas embarazadas. En esta guía se destacan los altos niveles de mercurio en el mero, la lubina, el pez espada, la perca de alta mar, el tiburón y la caballa.

Aun así, el pescado tiene unas características propias realmente útiles para nuestro cuerpo, por lo que dejar de lado el mercurio en nuestra dieta no sería la mejor solución al problema. Con la idea de encontrar una salida mejor, unos investigadores italianos de la Universidad de Nápoles “Federico II” y han buscado una forma de contener el efecto del mercurio. La solución apareció en el AOVE.

La investigación “El rol protector del hidroxitirosol del aceite de oliva contra las alteraciones oxidativas inducidas por el mercurio en los eritrocitos humanos” estudia la acción del hidroxitirosol, compuesto presente en los aceites de oliva virgen extra (AOVE), en los glóbulos rojos humanos, glóbulos que transportan el mercurio por nuestro cuerpo.

El compuesto del AOVE ejerce un efecto de neutralización de los efectos tóxicos provocados por el metal pesado, protegiendo así a nuestro cuerpo.

Además de este efecto, el hidroxitirosol es también un compuesto con beneficios probados en la actividad antitrombótica, antiaterogénica, anti-inflamatoria y antitumoral.

Este estudio italiano nos acerca a una nueva utilidad y beneficio del aceite de oliva virgen extra para nuestro cuerpo que se suma a la larga lista que actualmente ya conocemos. Así pues las razones ya son muchas para cocinar juntos AOVE y pescado, o incluso tomar dos cucharadas diarias del jugo de la aceituna, siempre de la mejor calidad.