El aceite de oliva es uno de los alimentos más completos y que más beneficios aporta a la salud. Pero parece que esta verdad la olvidamos cuando se trata de cocinar con él y preferimos usar otros tipos de aceite.
Hay muchos mitos y leyendas que dicen que freír con aceite de oliva es perjudicial para nuestro organismo. Sin embargo, no hay ninguna base en ellas.
Algunos mitos sobre freír con aceite de oliva.
Uno de los mitos sobre freír con aceite de oliva es que es malo para el corazón. Nada más lejos de la realidad. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, el consumo de alimentos fritos en aceite de oliva o girasol no está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares o muerte prematura.
Para realizar este estudio, se hizo un seguimiento de 40.757 adultos sanos de 29 a 69 años. El objetivo era conocer sus costumbres culinarias durante 11 años. Se les preguntaba detalles sobre su dieta y si empleaban aceites para cocinar y de qué tipo. Durante este período de tiempo, hubo 606 enfermedades cardíacas y fallecieron 1.134 encuestados. A pesar de constatar un alto consumo de alimentos fritos en aceite de oliva o de girasol, no encontraron ninguna asociación entre ese consumo y un mayor riesgo de enfermedad coronaria. Desmontando así una de las leyendas sobre freír con aceite de oliva.
Otro de los mitos sobre freír con aceite de oliva es que al hacerlo se van sus beneficios. Otra afirmación que no es cierta. Como se ha demostrado en diversos estudios, la ventaja del aceite de oliva es que conserva muy bien sus propiedades nutricionales en las frituras. Esto se debe a que es el único aceite capaz de soportar las altas temperaturas sin descomponerse ni perder sus propiedades.
Freír con aceite de oliva, los estudios que lo avalan.
Es más, un estudio de la Universidad de Granada ha comprobado que las verduras fritas en aceite de oliva virgen extra mejoran su capacidad antioxidante. Ya que el aceite transfiere sus fenoles (compuestos que ayudan a evitar la oxidación del colesterol en sangre) a los vegetales.
A ello se une otro de los beneficios de freír con aceite de oliva. La capa crujiente que se crea evita que los alimentos se empapen de grasa. Así, permanecen tiernos, mantienen sus vitaminas y propiedades intactas, y potencian su sabor.
Lo que sí puede ocurrir es que al calentar de manera excesiva el aceite de oliva, se produzcan cambios en su olor y sabor. Ya que se evaporan los alcoholes y los ésteres, que otorgan el sabor y el aroma al aceite de oliva. Pero sus propiedades y su contenido nutricional se mantienen intactos.
Para sacar los máximos beneficios a freír con aceite de oliva, vale la pena seguir cuatro aspectos fundamentales: los alimentos han de quedar completamente cubiertos por el aceite de oliva en la sartén, así se freirán por igual; introduce despacio los alimentos en el aceite para evitar que baje bruscamente la temperatura; los alimentos han de estar secos; y la sartén no ha de taparse.
Los mitos y leyendas sobre que freír con aceite de oliva no es bueno para la salud son eso, mitos y leyendas sin base científica. El aceite de oliva es un gran aliado para nuestro organismo, crudo o frito. Eso sí, ten en cuenta que todos los componentes de las comidas son relevantes para cuidar de nuestra salud. Desde el aceite que usamos para freír o aderezar, hasta el tipo de alimento.
